Este tipo de juegos se caracterizan por controlar uno o varios personajes, con los que se debe cumplir una serie de objetivos o misiones establecidas, normalmente se juega en un mundo fantástico y por lo general de tipo épico: espadas, escudos, lanzas dragones, etc. En este mundo fantástico el jugador se desarrolla de manera progresiva avanzando poco a poco, va acumulando experiencia subiendo su nivel y se va haciendo cada vez más fuerte, adquiere dinero y utensilios que le serán muy útiles en su aventura, cuenta con un inventario de armas, armaduras y accesorios varios, así también puede aprender o comprar hechizos o habilidades de tipo mágico o sobrehumano, además de comprar artículos encontrarlos o ganarlos al derrotar a los enemigos.
Unos de los principales atractivos que persiguen los fanáticos de esta clase de videojuego, se aprecian precisamente en la jugabilidad del combate de tipo medieval cada vez más complejo y realista en ciertos aspectos, como en los movimientos y rasgos humanos más naturales en general, los bienes virtuales que se poseen (en especial armas y efectos de guerra encantados o mágicos, que facilitan el juego notablemente, o que simplemente, se presumen), el detalle en las estadísticas que arroja la aventura y los reconocimientos al tiempo invertido en el videojuego (niveles de las habilidades alcanzados, que define la respetabilidad del jugador ante los otros aficionados).